El verano está siendo bastante intenso. De brazo en brazo y tiro porque me toca, pero es que es donde más mola estar.
Sólo deciros que ayer, el día que cumplía 6 meses, me comí mi primera meriendilla de frutas sin protestar, que no es poco, gracias a las indicaciones que recibieron mis papis de una madre experimentada como mi tía Coral. Lo hice por portarme bien y que mis padres se sintieran orgullosos de tener un hijo tan maduro como yo. También me di un baño en el mar que me sentó de "rechupete", y mira que el rollo del chupete no es de lo que más me gusta, pero esto de la sal le daba un toque de cocina mediterránea a mis pies que me ha resultado muy agradable a un paladar tan exquisito como el mío, acostrumbrado a la leche materna de primera calidad.
Y hoy, hoy no sé qué ha pasado, pero mi papá se ha puesto muy contento porque después de canturrerar un rato, he debido de decir algo que se parecía a "pa-pa". En fin, con qué poco se conforman los mayores.
Achuchones!!!
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